Las bandas armadas, las cuales mantienen en caos a Haití, emplean diferentes actos de barbarie contra la población que incluyen violaciones sexuales a mujeres y niñas, destrucción deliberada de hogares y negocios, asesinatos mediante francotiradores e incluso actos de carnicería.
Estos datos están contenidos en el Informe de Derechos Humanos de Haití 2023, publicado este lunes 22 de abril por el Departamento de Estados de Estados Unidos, en el que se informa, además, que, durante el año pasado, la violencia de las pandillas en ese país se expandió a zonas que antes no se habían visto afectadas.
"Surgieron informes de graves abusos contra los derechos humanos, incluido el canibalismo y destrucción violenta de restos humanos, que fueron publicitados para el máximo efecto psicológico; el uso selectivo de relaciones sexuales colectivas y repetidas; el ataque a la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones; y la destrucción deliberada de hogares y negocios", indica.
Agrega que "grupos armados filmaron actos de decapitación, carnicería y canibalismo y circuló un video en las redes sociales para aterrorizar a la policía y a miembros de bandas rivales".
El informe señala también que grupos de vigilantes compartieron imágenes de presuntos pandilleros siendo quemados vivos.
Violaciones
El informe indica que al menos 49 mujeres y niñas fueron violadas por pandilleros aliados del G-9 en Cité Soleil como parte de un ataque en abril.
"Pandillas grabaron en video y difundieron agresiones sexuales de mujeres y niñas secuestradas para presionar a sus familias para que paguen rescates", asegura.
Secuestros
Las bandas armadas en el área metropolitana de Puerto Príncipe y en todo el país continuaron la práctica del secuestro para pedir rescate.
"A partir del 30 de junio, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití ( BINUH ) informó de 2,029 secuestros para pedir rescate, la mayoría ocurrió en el Departamento Oeste, que incluía a Puerto Príncipe", señala el informe.
Varias organizaciones denunciaron que las pandillas sometían a quienes secuestraban a malos tratos, incluida la privación de alimentos, violencia física y sexual, y otros abusos.
